Hemos comenzado la práctica 2 en el Aula 2, en la que se imparten los talleres de Composición Corporal, Actividad Física y Oftalmología:
Y hemos descubierto que sois unos buenos antropometristas:
TALLER DE COMPOSICIÓN CORPORAL
Según los resultados publicados en 2005 en el estudio DORICA, la prevalencia de obesidad en la población adulta de España era del 15,5% (13,2 % en varones y 17,5% en mujeres). La obesidad constituye un grave problema de salud pública dado su impacto sobre la morbilidad y mortalidad, la calidad de vida y el coste sanitario. Podemos clasificar la categoría ponderal de un individuo (bajo peso, normopeso, sobrepeso u obesidad) utilizando el índice de masa corporal (IMC) o el porcentaje de grasa corporal.
ÍNDICE DE MASA CORPORAL
La obesidad es una enfermedad caracterizada por el exceso de grasa corporal. En la práctica clínica, se utiliza el IMC para valorar las categorías ponderales de los pacientes. El IMC se calcula dividiendo el peso en kg por la talla en metros al cuadrado (
kg/m2). Para clasificar a un individuo en función de su IMC, el Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso los puntos de corte que se exponen, a continuación, para las categorías ponderales.
Aunque el IMC es el índice utilizado en el ámbito clínico para el diagnóstico de sobrepeso y obesidad por su reproducibilidad y su fácil utilización, no siempre es un excelente indicador de adiposidad. El IMC no distingue entre masa grasa y masa libre de grasa, como el músculo y la masa ósea, y esto nos puede llevar a clasificar erróneamente a un individuo en una categoría ponderal que no le corresponde. Por ejemplo, tanto en individuos musculados como los deportistas o en ancianos que sufren atrofia muscular, el IMC no constituye el indicador más apropiado de obesidad.
PORCENTAJE DE GRASA CORPORAL
Otra forma de clasificar las categorías ponderales consiste en realizarlo en función de la grasa corporal, que constituye un mejor indicador de la adiposidad. Existe un dimorfismo sexual en el porcentaje de grasa corporal: la normalidad en mujeres se sitúa en 20-30%, mientras que en varones es del 10-20%. Esto se debe a que las mujeres tienen mayor contenido en grasa en glándulas mamarias y en la región glúteo-femoral. Las categorías ponderales según el porcentaje de grasa corporal se exponen, a continuación:
¿EN QUÉ CATEGORÍA PONDERAL CLASIFICARÍA A...
... Luis, un adulto de 33 años que practica deporte de forma habitual, tiene un IMC=27 kg/m2 y un porcentaje de grasa corporal del 15%, y a María, una chica de 28 años que trabaja en una oficina, lleva una vida sedentaria, presenta un IMC=27 kg/m2 y un porcentaje de grasa corporal del 38%?
RESPUESTA: Aunque según el IMC, Luis y María se clasificarían como individuos como sobrepeso, sin embargo en función de su porcentaje de grasa corporal (mejor indicador de la adiposidad) clasificaríamos a Luis como normoponderal y a María como obesa.
- Deberá conocer los puntos de corte para identificar a un individuo en la categoría ponderal de normopeso, sobrepeso u obesidad según el IMC y el porcentaje de grasa corporal (en este caso existe un dimorfismo sexual). El dimorfismo sexual en la grasa corporal se debe a que las mujeres presentan mayor porcentaje de grasa corporal debido a una mayor acumulación de grasa en glándulas mamarias y en la región glúteo-femoral.
- Existen varias técnicas para determinar la composición corporal de un individuo, como los pliegues cutáneos, bioimpedancia eléctrica, DEXA, hidrodensitometría, pletismografía de desplazamiento de aire, resonancia magnética nuclear (RMN), tomografía axial computerizada (TAC), y ecografía, entre otras.
- Una forma sencilla de evaluar la obesidad visceral o androide (asociada con mayor riesgo cardiovascular, alteraciones metabólicas y un aumento de la mortalidad) en el ámbito clínico, es la medida de la circunferencia de la cintura (cm) y el cálculo del índice cintura/cadera (ICC). Deberá tener conocimiento de los puntos de corte asociados con un mayor riesgo cardiovascular según el género para ambas variables.
TALLER DE ACTIVIDAD FÍSICA
La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos y que requiere gasto energético.
El sedentarismo constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad, causando unos 3,2 millones de muertes de forma global. La actividad física regular y de una intensidad moderada (caminar, ciclismo, natación) presenta beneficios significativos para la salud reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Además, es un factor clave en el control del gasto energético y del peso corporal.
1. Los componentes del gasto energético son: la tasa metabólica basal, efecto termogénico de la dieta, termogénesis no debida a actividad física y actividad física.
2. La actividad física es un conjunto de movimientos corporales producido por los músculos esqueléticos que resulta en un gasto energético mayor que el gasto energético en reposo.
3. El sedentarismo se asocia positivamente con la incidencia de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, ciertos tipos tumorales, enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales, pulmonares o neurológicas.
4. El sedentarismo, al igual que la obesidad, conducen a un estado de inflamación sistémica.
5. Para describir la actividad física se utilizan los conceptos de: tipo, duración, frecuencia, intensidad y volumen.
6. Las recomendaciones de actividad física de la Asociación Americana del Corazón en adultos de 18 a 65 años son: 30 minutos 5 días por semana de ejercicio aeróbico moderado ó 20-25 minutos 3 días por semana de ejercicio aeróbico vigoroso a lo que hay que sumar 2 sesiones semanales de entrenamiento anaeróbico.
7. MET es un equivalente metabólico y se define como la cantidad de oxígeno consumido en reposo. Equivale a 3,5 mL de oxígeno por kilogramo de peso corporal por minuto.
8. Existen dos grupos principales de métodos para determinar la actividad física:
- Subjetivos: cuestionarios de actividad física habitual y cuestionarios de recuerdo.
- Objetivos: Agua doblemente marcada, observación directa, monitorización de la frecuencia cardiaca, podometría y acelerometría.
¿Qué tienen en común Newton y la Wii?
Respuesta: El mando de la Wii tiene la capacidad de detectar la aceleración a lo largo de tres ejes mediante la utilización de un acelerómetro. Las técnicas convencionales para detectar y medir aceleraciones se basan en el principio descubierto por Isaac Newton y que se encuentran descritos en su Principio de Newton (1687). Este principio, también conocido como "La segunda ley de Newton", nos dice “que la fuerza neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que adquiere dicho cuerpo”, constituyendo una de las leyes básicas de la rama de la física que estudia los fenómenos relacionados con el movimiento de los cuerpos. ¿Os imagináis a este físico inglés con una Wii en las manos?
MITOS
1. Para realizar actividad física se necesitan equipos, ropas y zapatos especiales, y a veces incluso hay que pagar por el uso de las instalaciones deportivas. La actividad física se puede realizar prácticamente en cualquier sitio y no requiere equipo necesariamente. Cargar la compra, libros o cuidar a niños representan buenas actividades físicas complementarias, igual que subir escaleras en vez de utilizar el ascensor. La actividad física más practicada y recomendada (caminar) es totalmente gratuita.
2. La actividad física requiere mucho tiempo. Para mejorar y mantener la salud bastan 30 minutos de actividad física de intensidad moderada 5 días por semana. Sin embargo, esto no significa que la actividad física deba realizarse siempre durante 30 minutos seguidos. Puede irse acumulando a lo largo del día.
3. Por naturaleza, los niños tienen mucha energía. No paran quietos. No hay necesidad de perder tiempo ni energías enseñándolos a tener actividad física. Los niños en edad escolar deben acumular al menos 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa. Sin embargo, la actividad física de los jóvenes está disminuyendo en todo el mundo. Se calcula que más de dos terceras partes de los jóvenes no tienen una actividad física suficiente para beneficiar su salud y bienestar actuales y futuros.
4. Ya soy mayor y a mi edad no tengo que preocuparme de realizar actividad física. Se ha demostrado que la actividad física regular mejora el estado funcional y la calidad de vida de los adultos mayores, para quienes se recomiendan al menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada 5 días a la semana.